La lluvia nos respetó y tuve el honor de firmar unos cuantos ejemplares de Laberinto, la variable independiente a varios amantes del terror.
A Iván, que me «amenazó » con escribirme contándome sus impresiones (deseosa estoy), a Alfonso, que, a pesar de estar estudiando oposiciones, se propuso hacerle un hueco a la lectura de «Laberinto» (mucha suerte, Alfonso, seguro que lo consigues) o a la madre Ramsei, que, como buena madre, solo piensa en el bienestar de su retoño y qué mejor para ello que una buena lectura de suspense y terror.
Gracias a todos y sobre todo a Drakul por cederme un huequito en su caseta.