Reseña: «El lugar invisible» de Lola Llatas

No había leído antes a Lola y me alegro de haberme iniciado con «El lugar invisible». Me encanta el terror rural, creo que es una vertiente del terror muy atractiva y con infinitas posibilidades y la Llatas sabe explotarlas: crea el ambiente, los personajes y la historia que se merece

Empezamos el 2024 por todo lo alto, con Obscura y Lola Llatas.

Qué bello cruzarse en el camino con gente como Lola, y esta feliz coincidencia se la debo a mi amor por el terror y a mi querido Jorge Sánchez, pergeñador del pódcast La tecla muerta (amenazó con abandonarnos, pero ahí sigue el tío, os recomiendo con fervor que lo escuchéis) y por supuesto a Obscura, que me lo ha puesto en bandeja con la publicación de El lugar invisible.

Os dejo la sinopsis abajo.

La novela arranca con fuerza, con la promesa de escenas sugerentes cargadas de misterio y unos toques de terror que irán floreciendo a lo largo de la historia. La protagonista, Gracia, acaba de perder a su madre. Es enfermera y la ha cuidado en su casa hasta el último momento, pero la anciana se niega a abandonarla y continúa atormentándola, tal y como hizo en vida. Por suerte, el destino le propone un cambio, la oportunidad de empezar de nuevo junto a Estela, su pequeña sobrina, que también se une a su aventura de manera inesperada.

La autora nos sumerge en Tiebana, un pueblecillo con encanto en mitad de los bosques gallegos. Nos lleva a un bello pazo, a un ama de llaves que lo regenta y a una extraña anciana a la que Gracia debe cuidar. Allí, tía y sobrina buscan su nueva vida entre los habitantes de un pueblo, que precisamente ama, y no sabéis hasta qué punto, la vida.

Tras el aterrizaje, Lola comienza a dejarnos pistas de que algo mágico está ocurriendo en Tiebana, pero no se trata de una magia de mariposas volando en espiral o hadas pizpiretas que te guían hasta una cueva encantada, no, aquí hay algo muy oscuro y chungo y Gracia y Estela se verán inmersas y comprometidas en un misterio ligado a siniestros rituales y a la búsqueda de la existencia eterna.

No había leído antes a Lola y me alegro de haberme iniciado con El lugar invisible. Me encanta el terror rural, creo que es una vertiente del terror muy atractiva y con infinitas posibilidades y la Llatas sabe explotarlas: crea el ambiente, los personajes y la historia que se merece.

Me consta que tiene un montón de proyectos entre manos y, si sigue por esta vereda, pienso seguirla de cerca. Lola, no te vuelvas que me ves.

Y qué decir de la magnífica portada, obra de la ilustradora Laia Baldevey. Obscura, como siempre, se rodea de lo mejor de lo mejor.

Valoración: 🍺🍺🍺🍺/5

Cuando Gracia decide abandonar la ciudad y mudarse a Tiebana con su sobrina Estela, está ilusionada ante la nueva etapa que se abre ante ellas. Pazo Inanis, rodeado de una naturaleza bella y salvaje, es el hogar que compartirán con Ángela, el ama de llaves, y sus dos hijos mientras Gracia cuida de Vera, una anciana que lleva largo tiempo enferma en cama.

El Pazo es un pequeño paraíso, y el ama trata a las recién llegadas como familia. Sin embargo, con el paso de los días tía y sobrina empiezan a darse cuenta de que para los vecinos del pueblo la vida y la muerte no trascurren con naturalidad, y su estancia en Tiebana pronto va a adquirir dimensiones tan sobrenaturales como terroríficas. Pazo Inanis se convertirá en un lugar cada vez más hostil para Gracia y Estela, que comprenderán que Tiebana las ha llamado para exigirles un gran sacrificio.