Leo repite conmigo.
Ya reseñó La habitación de Minerva y desde entonces nos une una relación muy especial. No es solo un gran lector de terror, sino que es un tío generoso y cariñoso.
Ya sabéis que lo engañé para que colaborase conmigo en esta web, compartiendo sus edits y sus reseñas y, aunque no doy abasto con su velocidad de lectura, voy publicando poquito a poquito sus impresiones sobre libros, cómo no, de terror.
Visitad su Instagram y seguidle, vais a alucinar.
Os dejo su reseña sobre Laberinto, la variable independiente (madre mía, qué título más largo le he puesto) y ojo a la foto, no falta detalle.
¿Se podría considerar este libro como terror rural? Yo diría que sí, ya que contiene casi todos los elementos imprescindibles y enlazados de manera brillante. Es uno de mis subgéneros favoritos dentro del terror y esta obra se va directa a mis favoritas del mes.
Todo en este libro me ha sorprendido, no solo por su trama increíblemente bien cerrada, sino también por los personajes protagonistas que tiene: yo nunca había leído desde los ojos de personas de edad avanzada, es algo a lo que no estamos acostumbrados en este tipo de historias. Le ha dado un toque original, único y fuera de lo común.
Un libro duro, con unas descripciones crueles, muy bien llevadas y que no solo enloquecen a los personajes, también al propio lector. La manera que tiene la autora de jugar con todos nosotros ha sido magistral. Me pasaba todas las páginas pensando en qué ocurriría a continuación y, aun así, siempre me acababa sorprendiendo.
Una cosa que adoro de la autora es que es una experta en mostrarnos la psique de sus personajes, consigue que calen dentro de ti, sobre todo las mentes dañadas, que son las que más me han gustado, sin duda.
¿Se podrá salir realmente de un laberinto que sabe todo de ti y lo usará en tu contra? ¿Estamos todos libres de pecado?
Muy recomendado para los amantes del terror, los relatos delirantes e inquietantes a partes iguales y que tengan ganas de descubrir una historia única.
No os voy a contar de qué va, puesto que opino que es mejor que cada lector se interne en esta obra maestra de lleno, sabiendo lo menos posible.
Hacedme caso, leedlo.