Las raíces recuerdan tu nombre de Aitziber Saldias
Nº de páginas: 208
Editorial: Obscura Editorial
Idioma: castellano
Encuadernación: rústica con solapas
Edición: 2024
Terror rural
«Quien habla es el pasado, testarudo en sus ecos…»
¡Menuda joya acabo de descubrir! Me estaba costando mucho encontrar una novela buena de terror rural, que ya sabéis que es uno de mis subgéneros favoritos. Gracias a Obscura por no abandonarnos nunca y ofrecernos estas maravillosas, turbias y estremecedoras obras.
La historia comienza cuando Lander, nuestro protagonista, debe volver a su pueblo natal cuando recibe la noticia de que su padre ha fallecido. Pero nada más poner un pie allí todo se vuelve rematadamente extraño. ¿A quién más le gustan las historias de pueblos y casas malditas?
Una historia muy oscura, con muchos secretos que salen a la luz de la peor manera, generaciones de padres que cometieron errores y ahora son sus hijos los que deben lidiar con el mal. La autora ha conseguido ponerme los pelos de punta en más de una ocasión. Me encanta cuando una historia consigue sorprenderme y superar mis expectativas.
Además, tenemos al oscuro Bosque, que funciona como un personaje más. Tiene un poder que consigue que el pueblo sea esclavo de sus deseos y que sus gentes tengan que realizar ciertos sacrificios para obtener aquello que más anhelan. ¿Y sabéis lo que sucede cuando se juega con la muerte y el curso de la naturaleza? Pues eso.
La atmósfera es una maravilla en este libro y, como os dije arriba, la oscuridad es la dueña de la trama. Generaciones enteras que están manchadas por errores que cometieron otros, que viven con las manos manchadas de sangre.
Especial mención para el Niño Roto, uno de los personajes y cuyo, como nos cuenta la autora, podría haber dado título a la novela, pero Aitziber decidió dejar que sean las raíces las que hablen por ella. Atrapan, asfixian, arrastran, comen.
Si os gustan los libros de misterio, terror rural, horror, con muchas maldiciones y personajes con dudosa moralidad, es vuestra novela. Aquí no se salva nadie, todos tienen algo que ocultar y solo podréis saberlo si lo leéis. Yo no me cansaré de recomendarlo.
Leo Shaddix
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Ni siquiera la guerra se atreve a entrar en Urrun, un pueblo plagado de espíritus y cercado por un Bosque imbuido de voluntad que pide sacrificios a sus vecinos a cambio de favores. Allí se vive así, con el dolor de los difuntos clavado en los huesos y la soga de una deuda con el Bosque alrededor del cuello.
Cuando su padre fallece, Lander Herrera regresa a Urrun haciendo de tripas corazón y con la idea de volver a las trincheras cuanto antes. La encantada casa de los Herrera, que late y respira al compás de sus pasos, acogerá a Lander, y este pronto sospechará que lo que le ha traído de vuelta al pueblo es, en realidad, una deuda familiar con el Bosque que solo él puede saldar.