Gracias a todos los que os interesasteis por La habitación de Minerva, en especial a la pequeña Fátima. No sé si leerás esto, pero no olvido lo que te prometí: un relato con una Fátima como protagonista.
Fue una tarde llena de momentos muy especiales y sorprendentes: hubo una señora que me dijo que para qué iba a leer mi novela si a ella se lo contaban todo los muertos, tal que así.
Aparte de esta bella anécdota, pasé unos ratos estupendos a la caza y captura del lector, y a algunos, los cacé ☺.