
He leído muchas críticas negativas: la han llamado refrito, previsible, ingenua, pretenciosa y hasta ridícula. En lo único en lo que quizás esté de acuerdo es en lo previsible, pero de un hecho en concreto. Al menos, yo lo vi desde el fotograma dos y no soy un lince. Pero luego hay otros giros más complejos, sorprendentes y divertidos.
Es una peli de psicópatas con una niñez chunga, pero con un juego que va más allá de “veamos quién es el malo” que la hace muy interesante.
No me he leído el libro, así que no sé si la adaptación es buena o mala. Supongo que sí, ya que el autor se ha hecho un juampalomo.
La podéis ver en Prime video.
Os dejo la sinopsis:
Samantha (Valentina Bellè) es secuestrada en mitad del camino a casa por un conejo gigante. Quince años después se despierta en la cama de un hospital. Con la ayuda del Doctor Green (Dustin Hoffman), la joven intenta recuperar su memoria. Entre los dos dibujan el diseño del laberinto, una prisión subterránea en la que alguien obligó a Samantha a resolver puzles y acertijos.