Cine: FAHRENHEIT 451 (2018, Ramin Bahrani)

¿Qué nos hace libres? La ignorancia y el olvido. Se acabaron las tomas de decisiones a partir de lo que conocen otros o de lo que nosotros mismos conocemos y el complicarnos la vida «pensando».

Sí, lo sé, me tenía que haber leído el libro primero, lo tenía —y lo tengo— en mis pendientes, pero la película se me cruzó por delante y no pude evitar verla.

Allá voy: en el futuro, los bomberos se han convertido en los protectores de la libertad y ¿qué nos hace libres? La ignorancia y el olvido. Se acabaron las tomas de decisiones a partir de lo que conocen otros o de lo que nosotros mismos conocemos y el complicarnos la vida «pensando». Así es como el gobierno les vende la moto a los ciudadanos. Y, ojo, porque además de salvaguardar su libertad, el gobierno también los protege de ideas confusas y equivocadas que solo pueden provenir de mentes enfermas.

Para acabar con los recuerdos, bastan unas gotitas diarias en los ojos, y para acabar con el conocimiento, fuego, mucho FUEGO.

El cuerpo de bomberos se ocupa de perseguir y eliminar a aquellos que poseen libros y de quemar todos los ejemplares que encuentran (qué dolor de corazón las escenas en las que se ve cómo arden). Lanzallamas en ristre, el bombero oficial Montag recorre la ciudad pegándole fuego a cualquier libro que encuentra bajo la atenta mirada de su mentor, el enigmático Capitán John Beatty (un tipo que defiende a capa y espada la destrucción de la literatura, pero que, sin embargo, se dedica a hacer sus pinitos como escritor en hojas de papel de fumar que luego destruye).

El caso es que, como debe ser, hay un grupo de rebeldes organizados que se ocupan de preservar el conocimiento, no solo escondiendo los libros, sino memorizándolos. Montag, por un lado, conocerá a uno de sus miembros, Clarisse, y por otro —después de ver en una misión quemarse a lo bonzo a una criminal sin vergüenza que se permitía guardar en su sótano decenas de libros—, le pica la curiosidad y se lleva un ejemplar a casa:  entre lo uno y lo otro, su visión del mundo y de la literatura cambiará para siempre. Montag se une al grupo de rebeldes que tiene un plan de la leche: un modo imparable (y curioso) de conservar todos los libros que aún sobreviven.

La peli no me ha vuelto loca, tiene un poco aspecto de telefilm y hay cosillas que se quedan sin explicar. Lo que sí ha conseguido es que tenga todavía más ganas de leer «Fahrenheit 451» (que es la temperatura a la que arde el papel) de Ray Bradbury.

Está en HBO.

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