«Cómo matar a un lector: 57 métodos al alcance de todos los novelistas» de Carlos Luria

Me ha abierto el apetito (y los ojos). ¡Lo quiero! (el libro, a Carlos Luria no lo conozco).

Navegando en busca de cuál es el número de palabras ideal para que una editorial tenga en cuenta tu manuscrito (en lugar de escribir, que es lo que tendría que hacer) he tropezado con un artículo de Antonio Iturbe: «Morir leyendo» (http://www.librujula.com/actualidad/2392-morir-leyendo) que habla sobre Cómo matar a un lector: 57 métodos al alcance de todos los novelistas de Carlos Luria.

Me ha abierto el apetito (y los ojos). ¡Lo quiero! (el libro, a Carlos Luria no lo conozco).

Transcribo aquí un fragmento del artículo a ver si también despierta vuestra curiosidad:

«En esa idea de “Cómo matar a un lector: 57 métodos al alcance de todos los novelistas”, estas son algunas de esas afecciones que, según el autor, ponen en riesgo la vida del paciente:

-Arritmia: “La arritmia es consecuencia de la extinción del ritmo, y si no hay ritmo no hay vida. El ritmo de las estaciones, el ritmo de las olas, el ritmo cardiaco, los biorritmos, todos implican un grado de vitalidad”.  Luria concluye que la falta de ritmo convierte los textos “en una bola de carne que, como nos ocurría de pequeños, paseamos por la boca sin decidirnos nunca a tragarla”

-Filatismo: no es un palabro que se invente Luria, sino que es un término del diccionario de la Real Academia. El filático es aquel que utiliza palabras raras o rebuscadas para exhibir su erudición. El autor cree que “nadie abre su casa con una llave ajena”.

– Incisitis o inflamación de los incisos: el exceso de incisos ralentiza tanto que desactiva el rimo de la lectura: “podríamos establecer un paralelismo entre los incisos y los frenos de mano de los coches: solo hay que usarlos en caso de necesidad”.

-Síndrome del hombre del tiempo: “Infinidad de novelas, de capítulos y escenas comienzan con el parte meteorológico actualizado”. Ante este furor por decir si llueve o hace calor con esa banalidad de las conversaciones de ascensor, el autor nos recuerda oportunamente que a Cervantes el parte del tiempo se la traía al fresco: “no llueve ni una sola vez en todo El Quijote”.

– La fiebre de la Wikipedia: “es una enfermedad prevalente entre los escritores del género histórico, aunque afecta a cualquier novelista. Aparece cuando el autor es víctima de un ingobernable impulso de verter en su libro la totalidad de los datos recopilados durante la tarea de documentación.” La mucha documentación innecesaria ahoga la literatura».

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