Otro año más de sorpresas y emociones en la Feria del Libro de Madrid.
Conocí cara a cara a la escritora y compañera en las redes Marta González Peláez, a ella y a su preciosa familia y tuve el placer de conocer a otra amante del terror, y escritora, Verónica Sevilla: ¡buenas vibraciones!, cómo dice ella.
También me visitó Santi Limonche, puntual a la cita como todos los años y escribiendo ya su tercera novela de fantasía y, por supuesto, mi fantástica editora Marga G. Pacios de Maluma, que anda con su última criatura literaria en danza.
Conocí a Nuri y a Nacho, una pareja encantadora a más no poder y entusiasta del miedito, a la joven Noelia y a su padre, que acudió con la esperanza de que su hija retome la lectura gracias al terror, ojalá vuelvan el año que viene y me digan que devora novelas sin parar, a Razvan, que quería leer «Laberinto» a la limón con su novia Camila, al marido de Isabel, que le compró la novela porque estaba en casa un poco pachucha y no podía salir y a Iván, Marcos y Sergio, un trío la mar de simpático (y muy guapos, todo hay que decirlo).
Desde aquí os doy las gracias.
Quién sabe, quizás algún día me busquéis por las redes y os encontréis con que me acuerdo de vosotros y del día en que os firmé «Laberinto», desde luego, para mí fue un momento muy especial.
Y gracias, a mi editor Rubén, de Nou Editorial, por darme la oportunidad de vivir esta experiencia.