Menuda suerte, ni una gotica de agua.
Una tarde maja con gente maja y muy cariñosa.
Gracias a Marta, a Mertxe (orgullosa mami de un prometedor escritor), a Beatriz, que le compró un ejemplar a su madre Sagrario (cuánto amor desprendían las dos) y a Cristina con su pedazo de sonrisa.
Fue un placer contaros cositas sobre La habitación de Minerva, espero de corazón que os guste y emocione, si no, volved el año que viene y me regañáis.
Gracias, Marga y Lupe, mis fantásticas y currantas editoras malumeras, por hacerme vivir otro año una experiencia tan maravillosa.
También visité la caseta de la Librería Serendipias para comprar lecturas para mis niños y, qué suerte la mía, estaba firmando el genial Santiago García Clairac.
Me lleve firmados y dibujados dos joyitas que mis hijos disfrutarán de lo lindo.
Otro año más viviendo el impresionante ambiente de la feria. ¡Ya queda menos para la siguiente!