Reseña: «La diosa rottweiler» de Rebeca Tabales

Gae es una mujer perra, solitaria e insignificante, que inicia su transformación sin apenas saber lo que conlleva. Y lo hace rodeada de lobos

La diosa rottweiler de Rebeca Tabales (Ediciones Vernacci, 2023)

Lo primero, dar las gracias a Rebeca y a Ediciones Vernacci por hacerme llegar un ejemplar de La diosa rottweiler (sin ninguna contrapartida o requerimiento de antemano).

No soy una perra pastora como el resto de mi estirpe.

No soy una mujer normal, una empleada pública como otra cualquiera.

Sé que son lobos. A veces siento el círculo de su maldad cerrarse en torno a mí, pero otras veces encuentro amistad y respeto en sus ojos amarillos. No tengo hermanos, pero tal vez los tengo.

No quiero matar, pero tal vez soy capaz de morir.

No sé dónde estoy, pero sé que estoy en casa.

No soy el monstruo que todos creen. Soy otro.

Esta es una historia de transformación. Gae, la protagonista, es una mujer que pasa desapercibida, un animalillo tímido e insignificante que no destaca, que cumple su función, es un ser doméstico, sin embargo, durante y después del enfrentamiento y la traición, se convertirá en un ser poderoso que reconoce su importancia y su fuerza, en un ser salvaje: en una diosa.

Gae es una mujer perra, solitaria y con unos padres poco cariñosos y distantes, con una vida llena de pérdidas y derrotas. En medio de esa soledad, inicia su transformación sin apenas saber lo que significa, bueno, más bien cómo funciona: que no se produce a una edad predeterminada ni atiende a un horario concreto: puedes ser perro de día y humano de noche o al revés, o que algunos, llegados un punto, adquieren su forma animal de manera definitiva. Porque sí sabe lo que conlleva ser un perro, ya que su familia se ha ocupado de hacérselo saber —no tanto con sus atenciones como con su desapego—: obediencia, fidelidad, protección del rebaño y odio a los lobos.

Pero ¿qué ocurre si no te conviertes en una perra pastora, sino en una perra guardiana, en una luchadora, en una rottweiler? ¿Y qué ocurre si acabas trabajando como profesora en un instituto regentado y llenito hasta los topes de tu enemigo natural: los crueles y libidinosos lobos? Con sus maneras hechiceras y manipuladoras que, para colmo de males, pretenden atraerte a su terreno, tal vez porque intuyen lo que eres y pretenden matarte. O puede que porque hayan descubierto en ti una rival a la altura y es por lo que buscan el enfrentamiento.

En cualquier caso, Gae se siente cautivada por la naturaleza especial de estos seres, y por uno de ellos en concreto, un alumno, siente verdadera atracción. Empujada por este amor-odio se deja llevar hasta la trampa para meterse de lleno en la boca del lobo.

La Diosa rottweiler es una fantasía oscura de prosa casi poética. La misma sinopsis nos lo anuncia y es un aperitivo de lo que encontraremos en el interior de la novela. Lenguaje bello y en ocasiones complejo, pero sin arabescos enrevesados que entorpezcan la lectura.

Sí que hay que estar atento y recogido. La novela es una carta, una expresión de sentimientos y percepciones cuajada de simbolismos, de modo que requiere de concentración, al menos, así ha sido para mí: la he leído concentrada y complacida.

Y ojo con la edición que se han marcado en Vernacci mano a mano con autora: ilustraciones a todo color (algunas de las cuales acompañan a esta reseña) y cuidado por el detalle.

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