Reseña: «Los últimos días de Jack Sparks» de Jason Arnopp

Leedlo y, si puede ser, a pachas con alguien o en conjunto, porque os aseguro que, cuando lo acabas, te asaltan unas ganas locas de compartir impresiones

Los últimos días de Jack Sparks de Jason Arnopp (Obscura Editorial, 2020)

De mayor quiero escribir como Jason Arnopp.

Qué manera de enredar y acoplar decenas de sucesos para luego desenredarlos y atarlos uno por uno sin dejar ningún cabo suelto; hay que tener un cabecita especial y muy bien amueblada para ser capaz de semejante logro. Además, Arnopp escribe muy bien y plantea la historia de una manera interesante y verosímil: el protagonista y narrador, el escritor y periodista Jack Sparks, está muerto, así que a Arnopp no le queda otro remedio que darle la vuelta a la narración estándar.

Os dejo la sinopsis abajo.

Ya habréis leído en muchas reseñas sobre esta novela que Jack es un ser despreciable, un tipo egoísta, maleducado y manipulador que ve el mundo únicamente desde su perspectiva y la de los demás, y los demás, le importan un pimiento. De hecho, todas sus novelas tratan sobre sus experiencias personales y contienen su propio nombre en el título: «El viaje en palo saltarín de Jack Sparks», «El viaje entre pandilleros de Jack Sparks», «El viaje a las drogas de Jack Sparks» y «El viaje a lo sobrenatural de Sparks».

Jack está decidido a demostrar que lo sobrenatural no existe —ahí coincido con él, aunque me vuelva loca leer y ver ficción sobre ello: si no lo veo, no lo creo— y se embarca en la escritura de su último libro «El viaje a lo sobrenatural de Sparks». Obviamente, el final de la historia no es el que él tenía pensado y el libro ve la luz con otro título y de manos de su hermano Alistair. Este recupera el manuscrito y lo acompaña de correos electrónicos, grabaciones y entrevistas y de su propia visión de los acontecimientos.

Alistair coincide con su hermano en que lo sobrenatural no existe, también en que se llevaban bastante mal y en su gusto por la popularidad, aunque procura enmascararlo todo lo que puede. Sin embargo, difieren en cómo sucedieron determinados hechos y así lo deja patente en el prefacio, el epílogo y las notas a pie de página. Me da a mí que Alistair es un poco envidiosillo y se parece más a su hermano de lo que cree.

El caso es que Jack inicia su investigación acudiendo al exorcismo de una adolescente en Italia. El exorcismo incluye elevaciones, ojos amarillentos y vómito de clavos oxidados, sin embargo, Jack se las arregla para justificar cada hecho y encima se carcajea delante de los implicados mientras lo postea en sus redes. Ni qué decir que uno de los implicados, aquello que habita en el cuerpo de la adolescente, no se lo toma muy bien. Pero no penséis que después viene la típica historia de fantasmas en la que el protagonista se ve perseguido por una horrible aparición, no, esto va muuucho más allá.

En su siguiente visita, Jack acude al desalojo de un espíritu de una casa barco en Hong Kong por parte de una maga. Allí también ve algo, que también justificará, pero que abre una minusculísima brecha en su paradigma. Para más inri, alguien ha subido un enigmático vídeo a su canal de YouTube con las imágenes de lo que podría ser un fantasma y es tremendamente real.

Jack decide cerrar esa brecha aceptando la invitación de un grupo de investigadores de lo paranormal que, a través de métodos científicos, pretenden demostrar que se pueden crear entidades a través de los pensamientos, los tulpas y, además, le dicen que tienen datos sobre el famoso vídeo. Jack acepta atraído por la posibilidad de demostrar la falsedad del vídeo y de los mismos investigadores a los que considera una panda de fracasados y embaucadores, y también, los posibles autores del cortometraje fantasmal.

A partir de ahí los acontecimientos se precipitan con rapidez, y sí, los investigadores están relacionados con el vídeo, pero no del modo que pensaba Jack, y sí, no lo han grabado ellos ni son tan farsantes como él consideraba. Pero él seguirá en sus trece hasta que el experimento se desmadra y concluye con resultado íntimamente unido al egocentrismo del protagonista: yo, mí, me… Y Jack se ve inmerso en un viaje en el que nada es lo que parece, ni el espacio ni el tiempo, ni siquiera él mismo.

Y basta ya de destripes, lo que tenéis que hacer es leerlo y, si puede ser, a pachas con alguien o en conjunto, porque os aseguro que, cuando lo acabas, te asaltan unas ganas locas de compartir tus impresiones con alguien. De volver atrás, de recabar, de profundizar.

Detalles, detalles, detalles.

Recomendadísima lectura, maravillosa la edición de Obscura y ojo a la traducción de Jesús Cañadas, no debió resultarle fácil transmitir la genialidad, el sarcasmo y el afilado humor de Jason Arnopp.

Conseguí el ejemplar de «Los últimos días de Jack Sparks» gracias al concurso de relatos cortos de terror organizado por «La tecla muerta» en colaboración con Osbcura y, para mi sorpresa y regocijo, resulté ganadora.

Quiero agradecer a ambos la oportunidad de disfrutar de esta pedazo de novela.

Valoración: 🍺🍺🍺🍺/5

Jack Sparks, un periodista célebre por los libros que publica sobre sus investigaciones, emprende un viaje para demostrar que lo sobrenatural no existe

El controvertido periodista Jack Sparks, célebre por las novelas que publica sobre sus investigaciones, decide emprender un viaje para demostrar que lo sobrenatural no existe. Durante el proceso de documentación, su irrespetuosa actitud al presenciar un exorcismo desencadena una serie de fenómenos que cualquier mente escéptica y racional encontraría del todo inexplicables.

Pese a la avalancha mediática que envuelve a Sparks a partir de ese momento, nadie ha llegado a desvelar el misterio de lo sucedido tras el incidente. Hasta ahora.

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