Reseña/pataleta: «Todo arde» de Juan Gómez-Jurado

Unos perfiles y una línea argumental que ya he visto antes. Te entretienes, te ríes y pasas un buen rato leyendo, que, en parte, es de lo que se trata, pero poco más

Todo arde de Juan Gómez-Jurado (Ediciones B, 2022)

Vaya por delante que es la primera novela que leo de este autor y, sinceramente, porque me la han regalado. Últimamente huyo de los superventas (a excepción de mi adorado King), en gran parte, por envidia, pero también porque me da coraje que nos manejen y nos pongan delante de los ojos lo que toca leer, que vayas a cualquier gran superficie y en la sección de best sellers te encuentres la selección ya hecha de tus deseos de lectura.

Hay títulos muy buenos, pero luego te encuentras algunos truños que solo se han publicado porque los ha escrito fulanito, y fulanito y su editorial tienen que sacar algo a la venta para las Navidades, sea como sea, y el resultado es una novela que combina cuatro elementos de éxito demostrado y escrita con menos profundidad que una piscina hinchable.

¿Es este el caso de Todo arde? (Os dejo la sinopsis abajo). Pues no lo sé porque, como os digo, no he leído ni a la roja ni a la negra ni al blanco, con lo cual no sé si el autor ha podido decaer en su calidad literaria en esta última entrega. Sí se cumple lo de combinar elementos de éxito demostrado, por ejemplo, las protagonistas: la lista, guapa y exitosa, la exmilitar, que te parte un brazo con solo mirarte, y la friki experta en ordenadores a la que se la va un montón la pinza. Que además son mujeres y eso, hoy por hoy, supone un plus.

Sigamos: las tres se unen para hacer frente a un todopoderoso y malvado banquero que ha traicionado a la primera y le ha fastidiado la vida pero bien. ¿Y cómo lo hacen? Pues a lo Ocean’s Eleven: me curro un plan en el que cada una tiene un papel específico y allá que vamos. Es verdad que a estas pobres no les sale todo tan bien como en las pelis americanas y ahí está el puntillo a la española.

Y dices, bueno, son unos perfiles y una línea argumental que ya he visto antes, pero a lo mejor me lo cuenta de otra manera, pues no mucho, la verdad. Te entretienes, te ríes y pasas un buen rato leyendo, que, en parte, es de lo que se trata, pero poco más.

Y ahora viene la pataleta. ¿Ya os he dicho que la envidia me corroe? ¿Que me encantaría estar en la situación de Juan Gómez-Jurado? (o en una mínimamente parecida, con eso me bastaría). ¿Que me encantaría ser una superventas y estar montada en la rueda y escribir lo que sea, sabiendo que me van a publicar y, de paso, venderle cursitos a los escritores noveles e incautos?

Porque esa es otra: «Juan Gómez-Jurado te proporciona el método que utiliza para escribir sus libros, y que le han convertido en uno de los escritores españoles más vendidos de los últimos años» a través de una masterclass cuyo módico precio es de 199 euros, y luego está el amigo Roger Domingo de Planeta que, por otro módico precio, te enseña a venderla. Los que escribís seguro que os habéis visto asaltados por estas ofertas tan fantásticas, que emergen desde tus redes sociales a cada dos publicaciones.

Y sí, hay que aprender e invertir en los conocimientos, pero si un escritor se lleva entre un 10 y un 12 % del PVP de cada ejemplar vendido y tiene que pagar no sé cuántas clases, a no sé cuántos mentores y no sé cuántas cosas más y no consigue que le haga caso ni el tato de las grandes editoriales porque no es conocido (envía tú un manuscrito a Planeta, yo siempre me imagino al secretario del editor dando al icono de la papelera con solo leer el remitente). ¿Dónde está el negocio?, ¿para qué invierto, si no voy a obtener beneficios?

«En fin, la vida es así y yo escribo porque me gusta, sin más pretensiones», dijo con la boca pequeña. Porque no puedo engañarme, ojalá algún día me tenga que tragar mis palabras y esto haya sido un escupir para arriba, pero sé que no va a ocurrir. Aunque de sueños también se vive.

Ya me he quedado a gusto. Perdón por la rabieta.

Volvamos a Todo arde:

«Después de todo lo que ha pasado con la trilogía Reina Roja, sólo había una forma de dar las gracias a mis lectores: intentar escribir una novela todavía mejor.»

Juan Gómez-Jurado

Esta es la historia de tres mujeres que lo han perdido todo. Incluso el miedo. Por eso son tan peligrosas. Esta es la historia de una venganza imposible, sin ninguna posibilidad de éxito. Esta es la historia de tres mujeres que se atreven a hacer lo que los demás sólo nos atrevemos a imaginar.

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