Vencejo Ediciones, 2023
Ha sido una delicia leer de nuevo a J. E. Álamo.
Con «Los penitentes» (Obscura Editorial, 2022, reseña aquí) me dejó impresionada y esta novela me ha dejado, además de impresionada, sorprendida y divertida.
«Sam y Yo» es un thriller psicológico y de acción, con personajes marcados por experiencias muy duras que los llevan al extremo extremísimo, a reventar como una bomba nuclear.
La historia está narrada de una manera muy original. La protagonista sufre de trastorno disociativo de la personalidad (a consecuencia de un trastorno de estrés postraumático complejo), o sea, un dos en uno, así que hay que tener muy buena pluma y maestría para manejar a un personaje que en realidad es dos sin liar al lector ni incomodarlo y Joe lo consigue.
Eva es Sam y es Sophie.
Eva sufre terribles abusos sexuales y maltratos por parte de un familiar y sus dos personalidades llegan a relevarla y a salvarla. Sophie es tierna, tímida e introvertida y Sam es una furia guerrera. Cuando Sam toma el mando los abusos se acaban de una manera radical y Eva es internada en un sanatorio, pero no se trata de un sanatorio normal.
La institución forma parte de una corporación, FunCorp, que se dedica, entre otras cosas, a cumplir los deseos más depravados que se puedan imaginar a aquellos que lo puedan pagar. Sam y Sophie descubren la realidad y deciden huir y es entonces cuando se lía parda.
En su viaje/huida/venganza conocen a gente peculiar, unos las quieren ayudar, otros, cazar, pero todos enriquecen la historia y a ellas mismas, que acaban afianzando su amistad y su amor hasta límites insospechados.
«Sam y Yo» es rojo infierno, rojo infierno y muchos colores más, amarillo bilis, amarillo vómito, gris ártico, gris tormenta, verde trébol, verde menta, rojo amapola…
«Sam y yo» tiene su propio color, así como los personajes que la protagonizan; Sam y Sophie nos los presentan asignándoles un tono a cada uno y con solo dos palabras percibes su esencia de una manera sutil y muy bella.
Dolor, humillaciones, persecuciones, peleas, sangre y amor. Impresionante y muy recomendable.
Las voces que habitan la mente de Eva, un personaje con tanta personalidad que, aunque no dice ni pío en todo el libro, no le basta con una. Por eso, y porque tuvo una infancia de mierda, Eva crea a la dulce e introvertida Sophie, incapaz de matar una mosca, y a la deslenguada Sam, de armas tomar, literal y literariamente, siguiendo los preceptos del maestro Jackie Chang.
Dos narradoras en primera persona que se funden, pero nunca se confunden, que alternan y se alternan con capítulos en tercera persona donde Joe deja entrever al gran cuentista que lleva dentro.
Extracto del prólogo escrito por Sergio Vera Valencia