
Reseña: «La casa de los cien escalones» de David Jasso
Porque no está todo escrito sobre las casas encantadas, en absoluto. Y si no me creéis, leeros esta novela
Porque no está todo escrito sobre las casas encantadas, en absoluto. Y si no me creéis, leeros esta novela
La película: una locura de terror rural. Buenos efectos especiales y desbarre, no tan a lo bestia como un Alex de la Iglesia, pero en esa línea
¿Terror patrio? Yo digo sí. Cerbero es de las pocas editoriales que, con sus autores y autoras, apuestan por ello y continúan siendo los más originales a la hora de trasmitirnos sus historias
No me ha gustado ni una chispa. Algunas escenas han hecho que le chille a la tele, y así no hay quien pase miedo, hombre
Española, terror, «pallá» que voy, y esta vez no me ha decepcionado. muy buen uso de elementos clásicos del terror, objetos que se mueven, sueños, dibujos, niños que ven «cosas»…
Un antiguo pueblo minero, pequeño y oscuro con una población marginal, un niño solitario, sucio y desnutrido, que sufre acoso en el colegio y mata animales para después llevarlos a casa, donde vive ¿solo?, una profesora, que se huele la tostada, y una vieja leyenda nativa sobre un terrible monstruo
Cinco jarras de cerveza le he plantado a «El Instituto» del tito King, me ha encantado, me ha hecho recordar por qué soy superfán de sus novelas. Con personajes muy identificables en el mundo King y su habitual narrativa envolvente y detallista
No es el terror al que estamos acostumbrados los amantes del género. Es un terror real, una crítica contra la sociedad americana, la manipulación de los medios de comunicación, el fanatismo religioso y el modo en el que, desgraciadamente, aún se ven las enfermedades mentales
Con un ritmo convulso, intenso y trepidante nos iremos sumergiendo en una atmósfera asfixiante, angustiosa. Genialmente narrada, te envuelve en un aura de misterio e inquietud que crea en el lector un sentimiento de alarma constante
La ambientación está genial y cuenta con buenos actores, sin embargo, la historia se me ha quedado coja. Al final te quedas falto, porque, aunque te lo explican todo, es como si no lo hubieran hecho con suficiente detalle o amplitud.