Nos hizo un día fantástico, pero me temo que esta vez no tengo bellas anécdotas que compartir.
Solo firmé un ejemplar. Un poco patético y desesperanzador, la verdad.
A ver si en Alcobendas y El Retiro se da mejor. También es cierto que Minerva necesita una compañera que la revigorice y le dé un empujoncito y eso está ya muy muy cerca. Sé que llevo meses amenazando con otra novela, pero ahora sí que no queda nada. Lo bueno requiere su tiempo.
Advertidos estáis.
Y aunque de vuelta a casa me dio un poco de bajón, admito que en la feria me eché unas risas con mis editoras y mi compañera de firma, Bárbara Fortuny, ella, por fortuna, tuvo más éxito con su novela Operación Femme Fatale.
Y se acabó el momento cagalástimas: me quedo con el buen ratico que pasé y, por supuesto, con Sofía, la persona que se llevó firmado el ejemplar de La habitación de Minerva. Espero que lo disfrute y se lo agradezco de corazón. Me salvó la mañana 😅. También gracias a los que acercaron a la caseta de Maluma e invirtieron un ratico de su tiempo en escucharme.
Os dejo algunas fotillos para que veáis el ambiente y el pedazo de día que nos hizo.