
Reseña: «El Resurreccionista» de E. B. Hudspeth, por Leo Shaddix
Sin darte cuenta, acabas mirando las imágenes durante largos minutos, perdiéndote en su verosimilitud y en la posibilidad de que en algún universo todo esto pudiera ser cierto
Sin darte cuenta, acabas mirando las imágenes durante largos minutos, perdiéndote en su verosimilitud y en la posibilidad de que en algún universo todo esto pudiera ser cierto
Relatos gamberros, terror algo extremo, escenas que se quedan grabadas en la mente y momentos muy disfrutables. Lo cierto es que me lo he pasado rematadamente bien leyéndolos
Un thriller trepidante en el que he podido reconocer cada rincón de mi ciudad (Málaga) en compañía de unos personajes maravillosos y pasarlo en grande leyendo
¿Terror patrio? Yo digo sí. Cerbero es de las pocas editoriales que, con sus autores y autoras, apuestan por ello y continúan siendo los más originales a la hora de trasmitirnos sus historias
Estamos ante un libro muy original, lo que cuenta no se suele encontrar en cualquier novela. Ni la oscuridad, ni los poderes. Ni si quiera sus protagonistas, únicos y de las cosas que más me han gustado de la obra
No es el terror al que estamos acostumbrados los amantes del género. Es un terror real, una crítica contra la sociedad americana, la manipulación de los medios de comunicación, el fanatismo religioso y el modo en el que, desgraciadamente, aún se ven las enfermedades mentales
La ambientación está genial y cuenta con buenos actores, sin embargo, la historia se me ha quedado coja. Al final te quedas falto, porque, aunque te lo explican todo, es como si no lo hubieran hecho con suficiente detalle o amplitud.
Una historia muy oscura, con muchos secretos que salen a la luz de la peor manera, generaciones de padres que cometieron errores y ahora son sus hijos los que deben lidiar con el mal
¡Pero qué libro acabo de leer! Madre mía, es igual de bueno que el primero y eso que pensé que sería imposible. Igual de aterrador, tenso y emocionante, aunque mucho más maduro y asentado
Un terror rural muy opresivo, angustioso y lleno de depravación. Apto solo para estómagos acostumbrados a un género tan duro